La base primera de este blog son las ideas, el idealismo, pero ¿qué pasa cuando queremos darle un nombre, un "de quién" a una idea? ¿Realmente tienen posesión nuestras ideas? ¿Podemos decir en realidad que una idea es "nuestra" porque haya salido de nosotros?
El término idea es algo, como casi todo, muy subjetivo, y ya no tanto por lo abstracta o terrenal que pueda parecer, sino porque surge de una mente concreta para, una vez se ha formulado mediante el lenguaje, pasar a estar presente en más mentes además de en la de origen. ¿Tiene derecho la primera mente a reclamar tal idea como suya?
La afirmación de esta pregunta es en la que se basan los principios más elementales del copyright y su consecuente problema con la adquisición ilegal de las "propiedades intelectuales". Parece bastante claro que el hecho de que un ingeniero idee un nuevo sistema de conversión energética o que un investigador descubra la vacuna contra el VIH va ligado con que reciban una cuantiosa recompensa por eso que ha salido de su mente. Sin embargo, si estamos en una clase y a un alumno se le ocurre una forma de copiar mejor los apuntes, o si a un amigo se le ocurre empezar a escribir un blog o una red social, este hecho parece cambiar . ¿Dónde está el límite entre mérito y egoísmo? ¿Podemos pensar que si se nos ocurre algo en este mundo plagado de personas vamos a poder jugar con ventaja sobre todo el resto?
Personalmente pienso que no, las ideas no tienen propiedad. Aunque no es una afirmación total, pues se me genera la duda basada en que las mentes pensantes deben tener un reconocimiento que, en parte, estimule su acción.
¿Solución? No hay que tener miedo a que nos roben algo que ni siquiera sabemos si es nuestro, ¡porque puede llegar alguien que incluso lleve a cabo nuestra idea mejor que nosotros! Por tanto, pensemos, ideemos y avancemos en este mundo lleno de ideas por descubrir y por plasmar en la realidad.
Motiva pensar que vivimos en un mundo simple que únicamente necesita de buenas ideas que lo mejoren, porque si algo caracteriza a nuestro mundo es eso, la total libertad para ser mejorado. ¡Hagámoslo! Construyamos una sociedad igual para todos y sin engaños, de manera que sea un poco más justa para todos cada día. Cambiemos el mundo, aunque solo estemos basados en unas ilusiones infundadas.
Este blog se divide en Reflexiones, Protestas y Reformas, con sus respectivas subdivisiones, todos estos, temas que podréis encontrar descritos en las pestañas de abajo y divididos en la parte derecha de la pantalla.
"Si puedes imaginarlo, puedes hacerlo." Walt Disney.
"Si puedes imaginarlo, puedes hacerlo." Walt Disney.
sábado, 23 de julio de 2011
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Las únicas ideas que tienen propiedad son, paradójicamente, las más públicas.
ResponderEliminarPiensa en ello: cuanto más privado o limitado es el campo de acción de una idea (como pueden ser nuestros respectivos blogs), la gente no tiene problemas en ofrecernos manga ancha. Sin embargo, si hacemos algún descubrimiento genial como los que mencionas, o creamos algo que se convierte en un referente cultural (sea una composición musical, una película, etc.), es decir, CUANTO MÁS IMPACTO PÚBLICO TENGA LA IDEA, Y EN CONSECUENCIA MÁS PASTA MUEVA -es cuando entran en vigor todo tipo de leyes de la propiedad. Patentes, copyright, etc.
Ahora te pregunto, ¿crees que eso es movido una vez más por el poder del dinero -el no desaprovechar la oportunidad- o hay algo más profundo ahí detrás...?
Am, y efectivamente propones un gran antídoto con tu afirmación final. Si cada uno se centrase en lo que mejor puede hacer y dejase de compararse con otros -cosa que por otro lado, supone estandarizar a todos bajo un mínimo común denomiandor- la Humanidad evlucionaría en unas décadas más que en toda su Historia. No me cabe duda.
ResponderEliminarAhora, no basta solo con eso. También hay quienes no permiten a las personas pensar bajo ninguna circunstancia... habría que ver qué hacer con estos individuos...
Un último apunte.
ResponderEliminarDate cuenta de que habría que ejercer una cierta distinción entre ideas a las que se puede llegar "de forma práctica", como crear un invento o descubrir una medicina (independientemente de quién lo descubra, se llega a través de un proceso que puede seguir cualquier persona -los fundamentos de la ingeniería, la biología... es decir, que no son algo que el inventor se halla sacado de la manga, sino que están ahí a la espera de ser descubiertos) y las creaciones artísticas (el arte no reside en la naturaleza, sino en los humanos. Eso sí es algo "sacado de la manga"; por tanto es algo "propio"...)
Ciertamente, creo que la posesión de las ideas está relacionado con algo más que con el poder del capital. Pienso que detrás de ello hay un cierto tinte de amor propio, de ego, que nos lleva a sentirnos orgullosos de nuestras creaciones. Es algo similar al arcaico concepto de sentir que un hijo biológico es tuyo y uno adoptado no. Por tanto, creo que por encima del dinero, sobre el ser humano impera el egocentrismo.
ResponderEliminarRespecto al segundo comentario, es como todo, si todos llevásemos un proceso de desarrollo personal ajeno al del resto de personas se conseguirían dos cosas. Por una parte en algunas personas se conseguiría un aumento del crecimiento personal. Por otra parte, en las personas a las cuales la competitividad sirve para crecer más vorazmente, se eliminaría el factor de agresividad y estrés que reina en el capitalismo. Actuando como manada o "aldea global" desperdiciamos una importante cantidad de valor personal en detrimento del desarrollo común.
Y bueno, para los individuos que limitan el crecimiento de otros habría que establecer una serie de restricciones de precaución. ¿Para qué se supone que existe el sistema judicial?
Y referente a lo último, es más lo que une que lo que diferencia a los dos tipos de creaciones. ¿O acaso no está cualquier cuadro o novela esperando a ser pintado tanto como una nueva aleación de metales a ser ideada o descubierta?
¿Conclusión? Las persona somos naturalmente egocéntricas y egoístas tanto como creativas. Somos capaces de lo hacer mejor y también somos capaces de hacer lo peor para "defender" lo mejor que hemos hecho.